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lunes, 1 de agosto de 2011

Y la luz que brilla en los ojos de quien se abre al mundo La mariposa que tra

nquila descansa en un alma llena de alegría

La felicidad se posa en los labios sacándoles una dulce sonrisa

Y aquí sigo yo enamorada de quien no debería.

Después de tanto soñarte sigo con las manos en el aire

Esperando el príncipe que aquel cuento me prometió

Mientras la luna aún no se topa con el sol-